Las fugas de agua son uno de los problemas más comunes en cualquier vivienda. Además de aumentar la factura, pueden causar humedades y dañar paredes o suelos.
Algunos consejos prácticos para prevenirlas:
Revisa periódicamente grifos, cisternas y juntas.
No ignores pequeños goteos: suelen empeorar con el tiempo.
Evita arrojar restos de grasa por el fregadero, ya que obstruyen tuberías.
Considera una revisión anual de la instalación de fontanería.
Un mantenimiento sencillo puede ahorrar reparaciones costosas en el futuro.
El termo es fundamental para el confort en casa. Sin embargo, con el uso y la cal del agua, su rendimiento se reduce.
Algunas señales de que conviene sustituirlo:
Tarda demasiado en calentar el agua.
El agua sale con poca presión.
Se escuchan ruidos metálicos o vibraciones internas.
Tiene más de 8-10 años de uso.
Cambiar un termo a tiempo garantiza seguridad, ahorro energético y agua caliente sin interrupciones.
La iluminación LED se ha convertido en la opción preferida para viviendas y negocios. Sus principales ventajas son:
Ahorro energético de hasta un 80% frente a bombillas tradicionales.
Mayor duración: hasta 25.000 horas de vida útil.
Encendido instantáneo sin parpadeos.
Variedad de tonos (cálidos, neutros, fríos) para crear ambientes personalizados.
Menor emisión de calor, ideal para verano en la Costa del Sol.
Invertir en iluminación LED significa mejorar el confort y reducir la factura eléctrica.
La pintura no solo mejora la estética de una casa, también protege paredes y techos. Estos son algunos momentos clave en los que conviene pintar:
Al mudarte a una vivienda nueva o de segunda mano.
Cada 3 a 5 años, para mantener el color y la limpieza.
Tras obras o reparaciones de albañilería.
Si aparecen manchas de humedad o moho.
Cuando deseas cambiar el estilo y modernizar los espacios.
Un buen trabajo de pintura transforma cualquier ambiente y aumenta el valor de la vivienda.